Qué es Big Data


Si nos creíamos que nuestros movimientos por la red iban a pasar desapercibidos, mucho nos tememos que no. Y es que generamos información. Mucha información. Cada vez que accedemos a una web, a un periódico online, a una tienda electrónica, cada vez que leemos y revisamos nuestro mail, en fin, cada vez que hacemos cualquier mínimo paso en la red, nuestros movimientos quedan registrados.

Ahora imaginemos y multipliquemos esa información por toda la gente que a diario se conecta a internet. Es más, imaginemos toda la información que se genera ahora con el internet de las cosas. Televisiones conectadas a internet, microondas conectados, lavadoras, coches,… Todo parece estar conectado ahora.

Bien, pues teniendo eso en cuanta, ahora ya sabemos que somos valiosos de cara a formar parte de una macro estadística. Somos parte de un volumen de datos gigantesco que, estudiado, estructurado y bien segmentado, es capaz de arrojar todo tipo de información. Y hablamos de una información muy valiosa, que puede ser utilizada para predecir qué es lo que va a pasar en un determinado momento con un determinado tema.

Todo ese volumen de datos generado es lo que denominamos Big Data. Entenderlo y saber utilizarlo es fundamental para poder predecir comportamientos con eficacia y, por lo tanto, poder aportar valor añadido a nuestras acciones.

El Big Data, desde el punto de vista teórico, es el conjunto de datos o combinaciones de conjuntos de datos, cuyo tamaño (volumen), complejidad (variabilidad) y velocidad de crecimiento (velocidad), hacen difícil su captura, gestión, procesamiento o análisis mediante tecnologías y herramientas convencionales, como pueden ser las bases de datos relacionales y las estadísticas convencionales o paquetes de visualización, dentro del tiempo necesario para que sean útiles.

La utilidad real del Big Data viene dada básicamente por el aporte de éste a las empresas que lo utilizan.

Ejemplos los podemos encontrar con solo mirar a los diferentes sectores que componen nuestro tejido empresarial.

Turismo por ejemplo. Resorts y hoteles pueden, a través del Big Data, reenfocar determinados servicios que quizá no son del agrado de los clientes o pueden mejorarse notoriamente para ofrecer un resultado mucho más satisfactorio.

En salud, a modo de otro ejemplo, el Bog Data es capaz de proporcionar resultados casi inmediatos acerca de análisis y posibles tratamientos a clientes (o mejor dicho pacientes) para de este modo ofrecer unas soluciones mucho más eficaces y optimizadas.

Podríamos seguir hablando de ámbitos de aplicación en la administración, por ejemplo, o en empresas manufactureras, o en retail, o en publicidad, o, en fin, en todos y cada uno de los ámbitos empresariales.

Pero, sin duda alguna, uno de los factores más determinantes a la hora de tratar con Big Data es determinar la calidad de los datos a tratar. Este es realmente un aspecto fundamental y crucial en el tratamiento de Big Data.

Existen  muchísimas fuentes y el tipo de datos es realmente muy variado. Tanto  que es realmente difícil discernir cuáles son los realmente importantes y cuáles no.

Aún nos encontramos en ciernes en el campo del Big Data, pero estudiosos, técnicos y expertos coinciden en señalar la importancia que ya tiene y la necesidad de ir regulando y consolidando una estructura y una metodología uniforme para el tratamiento efectivo de datos.