Planes de Marketing On-line para empresas


Podríamos hablarte de planes de marketing bien hechos y mal hechos. De planes de marketing online con un estudio previo perfecto de competencia, posibilidades, objetivos, técnicas de medición y un sinfín más de activos para controlar que todo salga perfecto.

Pero, seamos sinceros, nosotros mismos nos acabamos perdiendo dentro de la vorágine de términos, en su mayoría acabados en “ing”, que cada día aparecen dentro del sector de la publicidad y el marketing online.

Podemos estar en constante reciclaje. En continuo aprendizaje de diferentes formas de captación y atracción de clientes. Desde luego es un “must” (toma término!) que cualquier agencia de marketing on line debe tener.

Pero vamos a centrarnos en lo práctico. En lo que de verdad importa. En el cliente, en la empresa y en la marca. Y lo más importante, en el cliente objetivo de nuestros clientes, que en fin, son nuestros clientes también.

Antes de comenzar con cualquier idea, antes de empezar cualquier proyecto de marketing online, lo más importante, es conocer perfectamente a nuestro cliente. Debemos valorar sus posibilidades reales de crecimiento, sus objetivos, la calidad de sus productos o servicios, sus clientes objetivos, el trato con ellos, la calidad del trato en general, todo.  Absolutamente todo.

Y con ese todo nos formaremos una percepción general. Un feeling (otro término con ing…) que nos hará dirigir las acciones del plan de marketing hacia un lado u otro.

En muchas ocasiones, el trabajo online, en general, adolece de valoración por parte de empresas que buscan el milagro a precio de risa. Esto es gracioso. Muchas empresas o, mejor dicho, muchos empresarios buscan en realidad asemejarse a su competencia. Quieren tener lo mismo que ella. Quieren parecer igual que ella. Sin ni siquiera pararse a pensar en qué es lo que realmente son ellos mismos.

¿Cuántas veces los profesionales del marketing hemos oído el famoso “yo es que cuando busco en internet lo hago así”? Esto dicho por parte de un cliente resulta difícil de rebatir. No porque cae por su peso que la percepción de una persona, su manera de actuar y pensar no es la misma que la de ninguna otra y, evidentemente, es un argumento facilísimo de cuestionar. No. No se trata de eso. Nos centramos en cómo le digo yo al cliente que hay una serie de datos. De estudios sobre gustos y preferencias y que son los que realmente hay que tomar en cuenta.

También nos encontramos con el empresario “eso me lo hace mi primo de Burgos”. Este modelo es generalmente un sujeto que evidentemente nunca valorará el trabajo bien hecho. Nunca lo entenderá y, por lo tanto, siempre será mejor evitarlo. Un no a tiempo es mucho mejor que un disgusto tras otro más adelante.

Es por todo ello que en cada proyecto que desarrollemos, ya sea un diseño web, una gestión de redes, un plan de posicionamiento orgánico, una campaña de Google Adwords, o todo un conjunto que englobe  a los anteriores, y que suele ser lo ideal, debemos saber transmitirlo correctamente tanto a nuestro cliente como a los clientes de nuestros clientes. Debemos hacer que comprendan el valor que tienen y debemos también esforzarnos al máximo por que obtengan resultados y sepamos reflejárselos.

Y es que en el fondo, un plan de marketing puede disparar el valor de una empresa, pero ojo, puede también hundirla si no está bien desarrollado y pensado en todas y cada una de sus fases. Ahora es cuando a un empresario le corresponde decidir si deja a su primo de Burgos decidir el camino de su empresa ¿Tú te la jugarías?