Cómo diseñar una web de venta on-line


El diseño y programación web vive un momento interesante. Por un lado nos encontramos con los firmes defensores del uso de código abierto y CMSs ya prefabricados, tipo WordPress, Joomla, OS-Commerce, Prestashop, Drupal, etc,… y por otro nos encontramos, ya que nos incluimos en este grupo, los defensores acérrimos del diseño web y programación web a medida. En un post anterior ya os hablamos de las que consideramos ventajas de uno y otro sistema.

En cualquier caso, una vez diseñada la web, tras un estudio claro de objetivos, líneas de trabajo y ROI, de nada vale plantarla en internet y esperar que ocurra el milagro de que empiecen las visitas y, lo más importante de todo, de que comiencen las ventas en caso de que hayamos diseñado una tienda online, o a llamar a la empresa en caso de que sea un servicio lo que se ofrezca.

Eso pasó a la historia. Las webs “piedra” son parte del pasado. Hoy en día lo que premia es el conocimiento sobre la idea. Si tenemos una idea brillante de negocio online pero no sabemos cómo darlo  a conocer, ni a quién darlo a conocer, ese proyecto estará condenado al fracaso más absoluto.

Es necesario de todo punto un amplio conocimiento de las nuevas técnicas de marketing on line: posicionamiento web SEO orgánico, e-mail marketing, conversiones, gestión de redes sociales y comunidades online, análisis de nichos de mercado, estudio de keywords, Google Analytics, Webmaster Tools, aparte de un sinfín de herramientas de análisis SEO y testers web tipo Majestic SEO, Rinoceros, etc,…

Este conocimiento nos dará una base sobre la que, a fuerza de constancia, lograremos el objetivo deseado de dar a conocer una empresa y que su imagen genere la suficiente confianza como para que ésta sea capaz de vender online o conseguir prestar servicios a través de la red.

Las fases de diseño web

Pero ¿qué es lo que necesitamos para preparar, diseñar y programar una web con éxito? Simplemente seguir unas fases lógicas y consecutivas. Ordenadamente y con conocimiento sobre cada uno de los pasos a dar.

Planificación web

Sin duda la fase más importante. Vamos a conocer a tus clientes. Sus gustos, preferencias,… y para ello trabajaremos lo que es en sí el marketing online. Buscaremos nichos de mercado, utilizando para ello innumerables herramientas, entre las que encontraremos por ejemplo Google Trends o Twitter Search, aparte de otras como Google Correlate, sobre la que ya te hablamos hace algún tiempo en este artículo.

Analizaremos la competencia. Veremos cuáles son sus tendencias de mercado. A quién se dirigen. En qué podemos competir con ellos. Realizaremos un análisis SEO y un web test, incluyendo backlinks, page ranks, etc,… de cada uno de nuestros competidores para, simplemente, adelantarlos y posicionarnos mejor.

A punto de lanzar la web

En esta fase, en la que incluimos la parte de diseño y programación web, es en dónde desarrollaremos el trabajo de código puro y duro. Pero lo más importante, dejaremos muy claras cuáles son las conversiones que queremos, facilitando los medios para ello desde la home. Desde el principio debemos dejar muy claras las intenciones de nuestro sitio web. Si es vender online, a comprar desde la home, si es prestar servicios, a mostrarlos desde la página principal. Todo enfocado a que el visitante no se pierda y sepa en todo momento dónde se encuentra y cuál es el método de compra o contacto.

Debemos crear conversiones.

Web en internet

Esta fase es en la que desarrollamos el SEO on web, diseñando keywords, long-tails, optimizando al máximo la página web mediante test de velocidad, estructura, semántica, etc,…

Cabe la posibilidad de llevar a cabo una campaña de Google Adwords mediante la que puntualmente analicemos y optimicemos los CTR para generar mejores conversiones hacia la web. Nunca es conveniente realizar una campaña adwords más allá de 15 días o, como mucho, un mes. La publicidad lineal en el tiempo ha demostrado carencias y saturación en el consumidor. La efectividad del “machaque” no está clara.

El marketing online de atracción entrará en juego en esta fase, habiendo diseñado una web atractiva, sencilla, fácil de navegar y con los objetivos muy claros. Habiendo desarrollado una ruta hacia la conversión que cas vaya sola.

Hemos de generar un marketing de confianza. La web debe vender y debe dar confianza para provocar esa venta. Nunca perderemos de vista este punto.

Posteriormente entraremos en la fase de redes sociales. Daremos a conocer todos los productos, servicios y, lo más importante, generaremos una comunidad en la cual verter nuestra imagen y generar una sensación de confianza hacia ella. Una imagen positiva es casi tan importante como el desarrollo de un plan de marketing de contenidos sobre el que establecer lazos de unión con una comunidad integrada por personas que seamos capaces de transformar en leads efectivos.

Se trata de un trabajo arduo. Laborioso. Pero a la vez muy interesante y francamente reconfortante una vez vamos consiguiendo los objetivos que nos hemos marcado.

Ánimo. Lo conseguirás!!